¡Bienvenido a la guía del Eixample de Barcelona de Dale una vuelta al mundo! Hay mucho que ver en el Eixample y en este artículo te voy a hablar de sus principales atractivos para que puedas organizar tu itinerario.
El Eixample es una de las zonas más icónicas de la ciudad. Y no es para menos. Pese a que a primera vista pueda parecerte un gran conjunto de calles rectilíneas y avenidas enormes, ¡es mucho más! La construcción del Eixample supuso una gran transformación de la ciudad. Y es que, en el siglo XIX, Barcelona vio la necesidad de demoler su muralla y crecer más allá de Ciutat Vella. La masificación que había en ese momento impulsaba la propagación de enfermedades como la peste, el cólera o la fiebre amarilla. A eso, se sumaban las calles estrechas, poco ventiladas y con poca higiene. Vamos, ¡un cóctel molotov! De estas necesidades nace el Eixample como la apertura de Barcelona más allá de sus murallas.
Pese a que muchos crean lo contrario, no es un barrio, sino un distrito formado por los barrios de la Dreta de l’Eixample, la Antiga Esquerra de l’Eixample, la Nova Esquerra de l’Eixample, el Fort Pienc, la Sagrada Família y Sant Antoni. Todos ellos están formados por calles anchas repletas de cultura, cafés, restaurantes y tiendas, que los llenan de vida.
Imagino que si estás aquí es porque quieres recorrer las avenidas del distrito más elegante de Barcelona y no perderte ni un detalle. Así que hoy te cuento qué ver en el Eixample y cuáles son sus puntos más emblemáticos.
La historia del Eixample
El Eixample (ensanche en castellano) y lo que hoy es la ciudad de Barcelona no se entiende, si nadie te explica cuál fue la contribución del ingeniero Ildefons Cerdà. Si no eres de Cataluña, quizás crees que no sabes qué es el Plan Cerdà, pero sí que lo sabes. Seguro que has visto esta imagen que tienes aquí abajo antes, ¿no? Pues esa fotografía de Barcelona desde el aire es el resultado del Plan Cerdà.
Pese a que se asocie Barcelona con esa imagen ordenada, con esas manzanas y avenidas anchas tan maravillosas, tengo que decirte que no siempre ha sido así. En el siglo XIX, Barcelona era una ciudad atrapada en sus estrechas calles medievales, desbordada por el crecimiento económico, industrial y demográfico. Y la masificación, la insalubridad y las epidemias hicieron urgente una transformación.
Por aquí te dejo un plano de Barcelona del propio Ildefons Cerdà anterior al Eixample para que te hagas una idea de la estructura de la ciudad de aquel momento.
Ante esta situación y con los terrenos del Pla de Barcelona intactos, el Ayuntamiento organizó un concurso para remodelar la ciudad. En este contexto, Ildefons Cerdà diseñó el revolucionario Plan de Reforma y Ensanche, que dio forma a lo que hoy es el Eixample.
El Plan Cerdà
El Plan Cerdà se aprobó en 1859 y proponía una estructura de cuadrícula con calles anchas y manzanas octogonales, pensadas para que el aire y la luz llegasen a todos los rincones y que incluían chaflanes en las esquinas para mejorar la circulación. ¡Cerdà pensó en todo! En cada manzana debía haber zonas verdes internas y las alturas de los edificios quedaban limitadas para evitar que la ciudad se convirtiera en un laberinto oscuro.
Además, este ingeniero fue un adelantado a su tiempo. No solo imaginó una ciudad funcional, sino también socialmente inclusiva. Planeó una mezcla de usos en cada barrio. Así, casas, comercios, escuelas y talleres convivían para crear un entorno vivo y diverso. También integró equipamientos como mercados, parques y hospitales, garantizando accesibilidad y calidad de vida.
Aquí tienes el Plan de Reforma del Eixample de Cerdà. Fíjate en las diferencias con el plano anterior. ¡Es brutal!
Aunque pueda parecerte una genialidad, no fue fácil poner en marcha el Plan Cerdà. El Ayuntamiento de Barcelona, influenciado por intereses económicos, apoyó el proyecto Antoni Rovira i Trias que tenía un diseño más tradicional. Sin embargo, el gobierno central respaldó a Cerdà, imponiendo su proyecto. Y aquí no acabaron los problemas. Construir el Eixample fue un proceso lento por la distancia con el núcleo urbano. Además, la falta de infraestructuras iniciales desalentó a los inversores.
Todo cambió en la década de 1870 con la “Fiebre del Oro”. Las familias más adineradas empezaron a ver el Eixample como el lugar ideal para construir sus hogares, especialmente en el lado derecho, y eso dio un empujón definitivo al desarrollo. Claro que en el proceso se sacrificaron algunas de las ideas originales de Cerdà como las zonas verdes en cada manzana.
Y así nació el Eixample, una zona genial para pasear mientras disfrutas de la belleza de Barcelona.
Barcelona y el modernismo catalán
Y si por algo es conocido el Eixample es por los edificios tan originales que tiene, que son parte de su personalidad y de su esencia. ¡Lo vas a ver tú mismo en el itinerario que te propongo más abajo! Y es que el modernismo, que floreció entre finales del siglo XIX y principios del XX, dejó huella en la ciudad con obras que hoy son emblemas del arte, la cultura y el turismo.
Pero vamos a ver… ¿Qué es el modernismo? Pues fue un movimiento cultural y artístico muy rompedor que buscaba acabar con las tradiciones académicas y crear algo completamente nuevo y moderno. Inspirado en la naturaleza, las formas orgánicas y la asimetría, se manifestó en diferentes países bajo nombres como Art Nouveau en Francia o Jugendstil en Alemania. En Cataluña, adoptó un carácter único gracias a la influencia del contexto político y cultural de la época, especialmente el auge de la Renaixença, un renacimiento de la identidad catalana.
Barcelona era el lugar perfecto para que este estilo echara raíces. La Revolución Industrial y el Plan Cerdà habían dado forma a una ciudad que crecía con fuerza, mientras que la burguesía catalana, enriquecida y llena de inquietudes artísticas, impulsaba proyectos ambiciosos en arquitectura y diseño.
El modernismo barcelonés alcanzó su máxima expresión en la arquitectura, con edificios que se convirtieron en auténticas obras de arte. Entre los nombres más destacados encontramos a tres grandes genios Antoni Gaudí, con un legado espectacular con obras como la Sagrada Família, el Park Güell, la Casa Batlló y La Pedrera; Lluís Domènech i Montaner, arquitecto de edificios tan emblemáticos como el Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau; y Josep Puig i Cadafalch, con obras también muy conocidas como la Casa Amatller o la Casa de les Punxes.
Puntos que ver en el Eixample
Y ahora que ya le hemos dado un repaso a los datos históricos más importantes, ¡empezamos esta lista de imprescindibles que ver en el Eixample!
¡Al lío!
Recinte Modernista de Sant Pau
Precio: 17 € en 2024 y 18€ en 2025 |
Días de acceso gratuito: 23 de abril, Noche de los Museos y 24 de septiembre |
Parada de metro: Sant Pau – Dos de maig (línea azul) |
Horario: 9:30 a 18:30h de abril a octubre y de 9:30 a 17:00h de noviembre a marzo |
Uno de los lugares más bonitos que ver muy cerca del Eixample es, sin duda, el Recinte Modernista de Sant Pau, en el barrio de Guinardó. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Es un edificio precioso, obra de uno de los arquitectos más importantes del modernismo, Lluís Domènech i Montaner.
Su nombre real es Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y es el mayor recinto modernista de la arquitectura catalana. Fue construido entre 1902 y 1930 como un hospital para atender a los sectores más desfavorecidos de la ciudad. Aunque para remontarnos a sus orígenes tenemos que ir bastante atrás en la historia. Rebobinamos hasta la Barcelona del siglo XV, una ciudad con seis pequeños hospitales que dependían de la caridad ciudadana y de instituciones religiosas. En 1401, para mejorar la administración de los centros sanitarios, se decide que queden unificados en el Hospital de la Santa Creu en el barrio del Raval. Y, durante siglos, este hospital fue clave en la atención médica, la formación de huérfanos y la enseñanza de medicina.
Sin embargo, para el siglo XIX, el edificio de origen medieval ya no satisfacía las necesidades crecientes de la ciudad. Por suerte para los barceloneses, en 1896, el banquero Pau Gil y Serra dejó en su testamento que su legado debía destinarse a construir un nuevo hospital con los últimos avances tecnológicos, arquitectónicos y médicos, bajo la advocación de Sant Pau. Y así fue cómo empezó la construcción de lo que hoy es el Recinto Modernista de Sant Pau.
Qué ver en el Eixample: Recinte Modernista de Sant Pau
Está claro que Lluís Domènech i Montaner hizo un súper trabajo y no dejó ni un cabo suelto. Este antiguo hospital ocupa un área que equivale a nueve manzanas del Eixample y se compone de 12 pabellones de ladrillo rojo, todos rodeados de jardines y conectados por un kilómetro de galerías subterráneas. Por si esto fuera poco, el edificio mezcla piedra, hierro y cerámica y está pensado para ser un entorno que favorece a la recuperación de los pacientes.
En 2009, finalizó su actividad como centro sanitario y el hospital se trasladó a nuevas instalaciones. Y, hoy, el Recinte Modernista de Sant Pau es un espacio cultural donde podrás disfrutar de sus exposiciones mientras conoces su historia.
Sagrada Família, el gran imprescindible que ver en el Eixample
Precio: 26€ |
Parada de metro: Sagrada Família (línea azul y línea lila) |
Horario: Noviembre-febrero: de lunes a sábado de 9:00 a 18:00h y domingos de 10:30 a 18:00h. Marzo y octubre: de lunes a viernes de 9:00 a 19:00h, sábados de 9:00 a 18:00h y domingos de 10:30 a 19:00h. Abril-septiembre: de lunes a viernes de 9:00 a 20:00h, sábados de 9:00 a 18:00h y domingos de 10:30 a 20:00h. |
Sería un delito explorar el Eixample y no pasar a ver la Sagrada Família, ni que sea por fuera. Es el segundo templo más visitado de Europa, después del Vaticano. Recibe más de dos millones de visitantes al año.
La Sagrada Família es mucho más que una iglesia. Es la prueba de la genialidad del arquitecto más emblemático de Barcelona, Antoni Gaudí, y el símbolo indiscutible del modernismo catalán. Cuando voy a tomar algo por la zona, me encanta ver las caras de los turistas que llegan en taxi hasta la Sagrada Família, bajan y se quedan embobados con la puerta del coche abierta. ¡Y no es para menos! Es un espectáculo para la vista.
¿Quién es Gaudí y por qué es tan importante en Barcelona? 👀 Antoni Gaudí fue un arquitecto nacido en Reus en 1852. Conocido por su estilo único e inconfundible, combinaba arte, arquitectura y naturaleza en sus obras arquitectónicas de una manera que rompía con las convenciones de su época. Sus obras se distinguen por el uso innovador de formas orgánicas, líneas curvas y colores súper llamativos. A lo largo de su vida, su dedicación obsesiva al trabajo le permitió ser el creador de los espacios más famosos de Barcelona como el Park Güell, la Casa Batlló y la Casa Milà (La Pedrera).
Sus grúas ya son un complemento casi inherente a la iglesia y es que lleva en construcción desde 1882. Aunque muy pronto dejarán de estar. Según los planes, la obra de la Sagrada Família se completará en 2026, justo a tiempo para celebrar el centenario de la muerte de Antoni Gaudí. Y una vez terminadas sus agujas, se convertirá en la catedral más alta del mundo con 172 metros de altura.
Como te decía, Gaudí era un genio y su genialidad hizo que la Sagrada Família no se pareciera a ninguna otra iglesia del mundo. Es única. El arquitecto dedicó más de 40 años a este proyecto, trabajando exclusivamente en él durante sus últimos 14 años de vida.
Lamentablemente, murió antes de terminarla. El 7 de junio de 1926, salía de trabajar en unas lámparas para la cripta y fue atropellado por un tranvía mientras se dirigía a la Iglesia de Sant Felip Neri. Lo llevaron al antiguo Hospital de Santa Creu y allí murió. Dicen que las últimas palabras que dijo a los operarios de la Sagrada Família antes de marcharse fueron “Vicente, mañana venid temprano, que haremos cosas muy bonitas”. Y, pese a no poder hacer esas cosas, dejó el legado más bonito que podía dar a Barcelona.
La arquitectura de la Sagrada Família
Por fuera, la Sagrada Família es súper bonita. Cuenta con tres fachadas principales, cada una con su propio significado y representaciones de distintos momentos de la vida de Jesucristo: la Fachada del Nacimiento, la dramática Fachada de la Pasión o del Sufrimiento y la Fachada de la Gloria, aún en proceso y que promete ser la más espectacular de todas.
Visitar el interior de la Sagrada Família es sumergirse en un auténtico espectáculo visual. Al entrar en la nave principal, lo primero que llama la atención son las columnas arboriformes que suben y ramifican hacia el techo, imitando las copas de los árboles y creando la impresión de estar en un bosque sagrado. No pasan desapercibidas tampoco sus vidrieras que inundan el espacio con una luz multicolor. En días soleados, se crean juegos cromáticos que van cambiando con el paso de las horas y en función de la luz.
También puedes visitar la cripta de Gaudí y el Museo de la Sagrada Família, que te permitirán profundizar en la vida y la obra del arquitecto.
Qué ver en el Eixample: Interior de la Sagrada Família
Si te animas a subir a una de sus torres, prepárate para vistas inolvidables de Barcelona.
¡ESTO TE INTERESA! 👀 Si no quieres pagar por entrar a la Sagrada Família, puedes ir a la misa que se celebra a las 9:00h los domingos. Es gratuita, pero tiene un aforo limitado, así que deberás madrugar bastante para no quedarte fuera.
La Monumental
Precio: 6€ |
Parada de metro: Monumental (línea lila) |
Horario: de lunes a sábado de 11:00 a 14:00h y domingos de 11:00 a 13:00h. |
La Monumental es la antigua plaza de toros de Barcelona. Si te digo la verdad, yo no soy taurina y no es un punto que haya despertado mi interés. Así que no lo he visitado nunca. Sin embargo, es otro de los grandes edificios que hay que ver en el Eixample, así que he preferido incluirla y dejar a tu elección si visitarla o no. Dentro, encontrarás el Museo Taurino de Barcelona, fundado en 1969, que cuenta con exposiciones sobre tauromaquia con carteles antiguos, insignias con cintas de colores propias de cada ganadería, trajes de luces y otros elementos tradicionales como los hierros que usaban los criadores de toros para marcarlos. También podrás visitar los corrales y la capilla.
Fue inaugurada en 1914 con el nombre de El Sport y una fachada de estilo novecentista. Solo dos años más tarde, el creciente interés por los espectáculos taurinos impulsó una remodelación y ampliación a cargo del arquitecto Ignasi Mas i Morell, con la colaboración de Domènec Sugrañes. Esta renovación añadió una corona exterior de estilo mudéjar y bizantino con toques modernistas. Con la remodelación, la plaza pasó a llamarse La Monumental.
En sus mejores días, La Monumental podía albergar más de 24.000 espectadores y se convirtió en uno de los espacios taurinos más importantes de España. Pese a ello, las corridas de toros fueron prohibidas en Cataluña en 2010 (thanks god! 🙏) y la última se celebró en 2011.
Hoy, La Monumental es sede de eventos culturales y de ocio como el Monumental Club, un festival mensual que combina música en directo, gastronomía estilo street food, actividades familiares y un espacio de mercado con moda y diseño.
Casa de les Punxes
Parada de metro: Diagonal (línea verde) |
¡Vamos con un lugar que parece sacado de cuento! En Avenida Diagonal, encontrarás la Casa de Les Punxes, una especie de «castillo» medieval con seis torres puntiagudas. Pese a que pueda parecer el hogar de princesas y príncipes, en realidad este edificio no tiene nada de medieval. De hecho, se construyó a principios del siglo XX con un diseño inspirado en el gótico europeo.
Su nombre oficial es Casa Terrades y fue el hogar de las hermanas Terrades, una familia burguesa de la época. En 1905, el arquitecto Josep Puig i Cadafalch unió tres viviendas en esta estructura tan bonita repleta de aires de fantasía.
Su fachada es preciosa. Está hecha de ladrillo y adornada con detalles en hierro forjado y paneles decorativos de estilo neogótico. Además, cuenta con esculturas de Alfons Jujol, las vidrieras de colores de Eduard Amigó y elementos que hacen referencia a la historia y a la identidad catalana como el famoso panel con la imagen de Sant Jordi.
Lamentablemente, el interior de la Casa de les Punxes no se puede visitar, así que tendrás que conformarte con verla desde el exterior.
Passeig de Gràcia, uno de los lugares más emblemáticos que ver en el Eixample
Parada de metro: Diagonal (línea verde) |
Y ahora nos vamos a una de las avenidas más famosas de Barcelona. Recorrer el Passeig de Gràcia de arriba a abajo es otra de las cosas que hacer en el Eixample. Su nombre en castellano es Paseo de Gracia. Es la vía que conecta la Avinguda Diagonal con la famosa Plaça de Catalunya y ofrece un recorrido repletito de sorpresas que, seguro, no te dejarán indiferente.
Passeig de Gràcia se llama así porque era el antiguo camino que conectaba la Barcelona amurallada con la villa de Gracia, que hoy es un barrio más de la ciudad. Sin embargo, su máximo esplendor llegará a finales del siglo XIX, cuando Ildefons Cerdà incluye el Passeig de Gràcia como uno de sus principales ejes en su plan urbanístico para el Eixample y le da anchura y protagonismo.
En ese momento, empieza el crecimiento comercial de Passeig de Gràcia y esto atrae a los burgueses de la ciudad, que empiezan a llenarlo con casas glamurosas y extravagantes dando rienda suelta a los arquitectos modernistas.
Mi consejo es que partas desde el Palau Robert, un edificio de arquitectura neoclásica del siglo XX.
El Palau Robert es un centro de exposiciones público y no tendrás que pagar nada por entrar. ¡Así que aprovecha! Suelen ser muy interesantes.
Mientras bajas por Passeig de Gràcia, irás topando con obras espectaculares como la Casa Batlló y la Casa Milà de Antoni Gaudí, la Casa Amatller de Josep Puig i Cadafalch y la Casa Lleó Morera de Lluís Domènech i Montaner.
La verdad es que es una avenida repleta de glamour y esplendor. Es una de las arterias comerciales más caras de España De hecho, es el hogar de las tiendas de alta gama de la ciudad. Gucci, Prada, Louis Vuitton y Cartier conviven con boutiques históricas como Santa Eulàlia, un emblema de la alta costura barcelonesa.
Si quieres tomar algo, te recomiendo que vayas a El Nacional, un súper espacio de 3000 m² ubicado en un local del siglo XIX que ha sido teatro, fábrica de textiles, concesionario de coches y un garaje privado.
En fiestas, lo ponen chulísimo con decoraciones navideñas. Así que, si estás por allí en estas fechas, ni te lo pienses. Eso sí, te aviso de que es bastante carete.
Casa Milà (La Pedrera)
Precio: 28€ |
Parada de metro: Diagonal (línea verde) |
Horario: de lunes a domingo de 9:00 a 18:30h |
La Casa Milà es, sin duda, uno de los lugares más chulos que ver en el Eixample. Está en pleno Passeig de Gràcia, muy cerca de su hermana, la Casa Batlló. Como no podía ser de otra manera, este edificio tan característico es obra de Antoni Gaudí. Fue construido entre 1906 y 1912 para ser el hogar de Pere Milà y Roser Segimon y hoy es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
¿Qué la hace tan especial? 😜 Para empezar, su fachada ondulada, que recuerda a acantilados y la roca erosionada por el viento, es una de las imágenes más representativas de Barcelona.
¡DATO CURIOSO! 🤓 La Casa Milà es conocida como “La Pedrera” por su aspecto en forma de cantera a cielo abierto. Prácticamente toda ella está hecha de piedra caliza, como si se tratase de una gran escultura que ocupa un chaflán del Passeig de Gràcia.
El interior de la Casa Milà
Su interior no se queda atrás. Dentro, no encontrarás ángulos rectos ni paredes maestras. El espacio fluye de forma orgánica, con formas que imitan a la naturaleza.
Si te animas a entrar, podrás ver cómo estas formas se trasladan a su patio interior y a los pisos de la vivienda, que recrean la decoración de principios del siglo XX. Uno de los puntos más destacados es el «Pis de la Pedrera», donde se exhibe cómo vivían las familias adineradas de la época, los espacios de sus viviendas y sus muebles modernistas.
Sin embargo, lo mejor está en su azotea. Desde allí, las vistas de Barcelona son preciosas y podrás ver las icónicas chimeneas con formas de guerreros petrificados.
Además de su arquitectura, la Casa Milà también es un espacio cultural. En su planta principal, se realizan exposiciones temporales sobre arte, arquitectura y la obra del propio Gaudí. Hace un tiempo fui a ver “Arte en Piedra”, que reunía obras de artistas como Hans Arp, Louise Bourgeois, Eduardo Chillida, Henry Moore, Isamu Noguchi y Jorge Oteiza. ¡Me encantó!
Casa Batlló
Precio: 29€ |
Parada de metro: Diagonal (línea verde) |
Horario: de lunes a domingo de 9:00 a 18:30h |
Si tengo que elegir entre mis obras preferidas del modernismo catalán, me quedó con la Casa Batlló. ¡Su fachada me tiene enamoradita! Originalmente fue construida en 1877. Sin embargo, entre 1904 y 1906, Gaudí la transformó en la obra de arte que es hoy a petición de Josep Batlló, un empresario textil que quería un hogar único en la ciudad. En lugar de demolerlo, Gaudí reformó el edificio respetando su estructura original, pero dándole una apariencia completamente nueva y súper bonita, por la que también ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.
¡DATO HISTÓRICO! 🤓 Gracias a este trabajo, Antoni Gaudí diseñó y construyó la Casa Milà. Josep Batlló quedó tan satisfecho con el resultado final que recomendó al arquitecto a su amigo Pere Milà para construir lo que hoy conocemos como La Pedrera. ¡Contactos amigo, contactos! 😜
La fachada de la Casa Batlló está cubierta de cerámica de colores, que se asemejan al mar en movimiento, con balcones que parecen huesos y un tejado que recuerda a la figura de un dragón. En Sant Jordi, la llenan de rosas y la estampa es espectacular. Así que, si estás en Barcelona el 23 de abril, no dudes en pasarte por aquí.
El interior de la Casa Batlló
Al entrar, la magia continúa. Cada espacio de la Casa Batlló es un espectáculo. Nada más entrar, toparás con un vestíbulo de tonos azules, con formas suaves y curvas, que separa las zonas de la familia Batlló de las de los inquilinos. Otro de los espacios más chulos es el desván, diseñado con arcos que se asemejan a las costillas de un animal y hacen referencia al dragón del tejado.
Al igual que en la Casa Milà, uno de los lugares más bonitos es la azotea, donde Gaudí desplegó toda su creatividad y diseñó chimeneas que parecen salidas de un sueño, inspirándose en las leyes de la naturaleza.
Sin duda, es uno de los imprescindibles que ver en el Eixample de Barcelona.
Un poquito de salseo mitológico, que nunca viene mal 👀. Y es que la Casa Lleó i Morera, la Casa Amatller y la Casa Batlló forman lo que los ciudadanos bautizaron como la Manzana de la Discordia. ¿Y por qué la Manzana de la Discordia? Pues porque es difícil decidirse por cuál es la más bonita de las tres. Aunque yo lo tengo clarísimo 😜
La Manzana de la Discordia es un símil a un episodio de la mitología griega. En una boda, la diosa Eris, ofendida por no haber sido invitada, dejó una manzana de oro con la inscripción «Kallisti» (para la más bella). Hera, Atenea y Afrodita reclamaron la manzana, y Zeus, para evitar conflictos, encargó a Paris, príncipe de Troya, decidir quién la recibiría. Finalmente, Paris le dio la manzana a Afrodita, quien le prometió el amor de Helena, lo que desató la Guerra de Troya. En Barcelona, la «discordia» hace referencia a la competencia entre la Casa Batlló, la Casa Lleó Morera y la Casa Amatller. ¿Cuál de las tres merece la manzana de oro para ti? 😏
Rambla de Catalunya
Parada de metro: Diagonal (línea verde) y Catalunya (línea verde y roja) |
Otro lugar que ver en el Eixample, muy cerquita de Paseo de Gracia, es la Rambla de Catalunya, un bulevar que también conecta la Plaça de Catalunya con la Avinguda Diagonal. A menudo, pasa desapercibida y queda bajo la sombra de Les Rambles de Barcelona, pero a mí me gusta bastante más. Es un paseo mucho más tranquilo, perfecto si quieres escapar del ajetreo y de las multitudes que se concentran en el centro.
Además, la Rambla de Catalunya también es un escaparate de la arquitectura modernista de Barcelona. En esta vía, puedes conocer la Casa Serra, otro de los edificios modernistas de Josep Puig i Cadafalch.
Al principio y al final de la avenida, tienes las esculturas La Jirafa Coqueta y Meditació, de Josep Granyer.
También puedes entrar a conocer la Iglesia de Sant Ramon de Penyafort. Es de estilo gótico y otro punto emblemático del Eixample. La entrada es gratuita.
Además de su atractivo cultural, en la Rambla de Catalunya encontrarás boutiques, tiendas y un montón de comercios. También es un buen lugar para sentarte a descansar en una de sus terrazas y disfrutar de una cervecita al solete.
Plaça de Catalunya
Parada de metro: Catalunya (línea verde y roja) |
Sin duda, uno de los lugares más típicos que ver en el Eixample es la Plaça de Catalunya. Es el epicentro de Barcelona y el punto de encuentro entre la parte histórica y la moderna de la ciudad. Tiene 30.000 m² y conecta Les Rambles con el Passeig de Gràcia, además de ser el kilómetro 0 de Cataluña.
Está rodeada de tiendas, restaurantes y cafeterías y es un lugar genial para un descanso o para disfrutar de un buen paseo. Además, en esta plaza podrás encontrar algunas de las esculturas más icónicas de la ciudad, como la dedicada a Francesc Macià, presidente de la Generalitat antes de que estallara la Guerra Civil Española.
Justo al lado, tienes el carrer de Pelai, una de las zonas comerciales de la ciudad más frecuentada por los barceloneses. Así que, si necesitas hacer algunas compritas, ¡ya sabes!
La Model, una antigua cárcel catalana que puedes ver en el Eixample
Precio: Visita gratuita |
Parada de metro: Entença (línea azul) |
Horario: viernes de 16:00 a 18:00h, sábados de 10:00 a 14:00h y de 16:00 a 18:00h y domingos de 10:00 a 14:00h |
Si las paredes de La Model pudieran hablar… ¡madre mía todo lo que nos contarían! Y es que, además de edificios modernistas y avenidas anchas y maravillosas, el Eixample fue el hogar de la cárcel más famosa de Cataluña. La Model se cerró definitivamente en 2017, pero hoy puedes visitarla gratuitamente todos los fines de semana por libre o reservando una visita guiada (también gratuita).
La historia de La Model es súper interesante. Te voy a dejar cuatro apuntes, pero que eso no te haga creer que ya lo sabes todo sobre ella. Si te decides a visitarla, te recomiendo muchísimo la visita guiada para empaparte de todo lo que pasó la cárcel más mítica de Barcelona.
La historia de la Model
En realidad, el proyecto de La Model se concibió con la idea de crear un centro penitenciario ejemplar. La cárcel se inauguró en 1904 con un diseño innovador que seguía el modelo panóptico de Jeremy Bentham y una capacidad de 600 celdas. Su construcción fue liderada por Salvador Vinyals Sabaté y Josep Domènech Estapà, que querían conseguir un sistema de control eficiente y mejores condiciones para los reclusos. Sin embargo, ya desde un inicio, se convirtió en un escenario de conflictos y violencia y lo del carácter modélico de La Model quedó en cuento con los motines de los presos. En 1906 ya ocurrió el primero cuando un incidente con un preso enfermo acabó en una batalla campal.
Durante la Guerra Civil, tras la entrada de las tropas franquistas en Barcelona en 1939, La Model se llenó de opositores políticos al régimen franquista que fueron sometidos a una represión brutal. La masificación extrema, las ejecuciones frecuentes y la falta de garantías judiciales eran el día a día de la cárcel. Para que te hagas una idea de las condiciones, en un primer momento, La Model se ideó para que en ella vivieran 800 presos, pero en la Guerra Civil superó los 13.000. Más de 1.600 personas fueron ejecutadas entre 1939 y 1953, incluido el famoso anarquista y antifascista Salvador Puig Antich.
Durante ese periodo, los presos comunes, organizados bajo la Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL), comenzaron su propio movimiento. Su principal demanda era obtener una amnistía comparable a la concedida a los presos políticos. También exigían la reforma del sistema penitenciario, incluyendo la depuración de jueces y funcionarios, así como la mejora de las condiciones de vida en las cárceles.
Con la llegada de la democracia en 1975, la Ley de Amnistía permitió liberar a los presos políticos, pero no solucionó los graves problemas estructurales de la cárcel. De hecho, en 1978 se llevó a cabo uno de los motines más espectaculares de La Model, con la fuga masiva de 45 presos a través de un túnel.
La Model en la gran pantalla
Déjame hacer un inciso para recomendarte la película “Modelo 77”. ¡Me gustó muchísimo! Y, para ir entrando en el rollito, te aconsejo que la veas antes de tu visita a la cárcel. Este film nos cuenta la historia de un contable que es encarcelado y se enfrenta a una pena muy desproporcionada. Allí, se organiza con otros presos para exigir la amnistía durante la transición española. Es un peliculón que profundiza muchísimo en las condiciones de vida en la cárcel y la represión y tortura a la que estaban sometidos los presos. Te dejo por aquí el trailer 👇
Universitat de Barcelona, otro lugar con entrada gratuita que puedes ver en el Eixample
Precio: Visita guiada gratuita con reserva previa |
Parada de metro: Universitat (línea roja y línea lila) |
Horario: de lunes a viernes de 07:00 a 21:30h |
Seguimos con esta lista de lugares que ver en el Eixample con el edificio histórico de la Universitat de Barcelona. Está en la Plaça de la Universitat. Se comenzó a construir en 1863 bajo la dirección del arquitecto Elies Rogent en estilo neoclásico y fue inaugurado en 1871, marcando un hito en la expansión del Eixample.
Durante su primer siglo de vida, el edificio acogió varias facultades como las de Ciencias, Filosofía y Letras, Farmacia y Derecho, siendo el centro principal de la enseñanza universitaria en Barcelona. Actualmente, alberga las facultades de Filología y Matemáticas, además de contar con unidades administrativas y la biblioteca central de la universidad.
Puedes entrar a verlo y echarle un vistazo a distintos espacios que están abiertos al público como los jardines. Aunque la mejor manera de conocerlo es haciendo una visita guiada que te llevará a conocer el vestíbulo principal, la escalera de honor, los claustros y el paraninfo. Las organiza la Universitat de Barcelona y son gratuitas. Por aquí te dejo el enlace de reserva.
Otra zona imperdible en Barcelona es Gràcia, muy cerquita del Eixample. Conoce más sobre el legado de Gaudí en el Park Güell y la Casa Vicens, recorre sus plazas y callejuelas y explora el barrio más bohemio de la ciudad condal. No te pierdas el artículo Qué ver en Gràcia | Guía completa.
Mercat de Sant Antoni
Precio: Acceso gratuito |
Parada de metro: Sant Antoni (línea lila) |
Horario: de lunes a sábado de 08:00 a 20:30h |
El corazón de Sant Antoni es, sin duda, su mercado. De hecho, el Mercat de Sant Antoni es uno de los lugares más especiales que ver en el Eixample. Tiene muchísima historia. Se inauguró en 1882, bajo el diseño del arquitecto Antoni Rovira i Trias, famoso por sus contribuciones al urbanismo de Barcelona.
Es un edificio inconfundible. Su estructura de hierro ocupa toda la manzana y llama muchísimo la atención por sus colores rojos, su diseño geométrico y la torre octogonal que lo corona. Además, es el más grande de la ciudad con 15.000 m².
Está dividido en tres zonas distintas: el mercado de productos frescos (fruta, verduras, pescados y carnes), el de ropa y calzado y el Dominical del Libro. Este último se celebra los domingos y reúne coleccionistas y amantes de la lectura que buscan libros de segunda mano, cómics, revistas y sellos.
Además, en la última restauración, que terminó en 2018, se descubrieron restos arqueológicos de la antigua muralla de Barcelona, que podrás ver a través de un paso subterráneo.
Además de conocer el Mercat de Sant Antoni, te recomiendo que te patees bien el barrio de Sant Antoni y disfrutes de todo lo que tiene que ofrecerte. Es una de las mejores zonas de la ciudad por su escena cultural alternativa, su oferta gastronómica, sus brunchs y sus rutas de tapas, su mercado, sus negocios tradicionales y sus tiendas vintage. ¡A mí me encanta!
Así que, si estás por la zona, ve a conocer sus librerías, bodegas y haz un poquito de ruta gastronómica por la Calle Parlament. ¡Verás que hay muchísimo ambientillo!
¿Dónde están estos puntos que ver en el Eixample?
Aquí tienes un mapa con todos los lugares que ver en el Eixample por si puede ayudarte a organizar tu itinerario.
Otros lugares que ver en el Eixample
Si te has quedado con ganas de más, por aquí te dejo otros lugares que ver en el Eixample:
- El Eixample está lleno de museos interesantes, así que, si cuentas con tiempo, te recomiendo visitar alguno de ellos. Entre los más destacados están la Fundació Tàpies, el Museo Egipcio, el Museo del Modernismo Catalán y el Museo del Perfume.
- Para seguir explorando la arquitectura modernista de la zona, no te pierdas la Casa Calvet de Antoni Gaudí, la Casa Comalat de Salvador Valeri i Pupurull, la Casa Golferichs de Joan Rubió i Bellver y las Casas Antoni Rocamora, diseñadas por los hermanos Joaquim Bassegoda y Bonaventura Bassegoda.
- Si buscas una experiencia más auténtica, puedes acercarte al Mercat de la Concepció. Es un lugar genial para disfrutar de la vida local y seguir profundizando en la historia de la ciudad. Fue diseñado por Antoni Rovira i Trias durante la segunda mitad del siglo XIX.
Y esto es todo lo que puedo contarte sobre qué ver en el Eixample de Barcelona. Espero que disfrutes mucho de tu visita a uno de los distritos más especiales y elegantes de la ciudad.
Si conoces otros lugares chulos que ver en el Eixample, no dudes en dejarlo en un comentario. Todas las recomendaciones son bienvenidas.
¡Muchas gracias por leerme!
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