Ver elefantes en Tailandia se ha convertido en una actividad casi imprescindible en un viaje por el país. Seguro que has visto alguna foto en Instagram de algún amigo o conocido posando cerca de un elefante en alguna reserva o santuario de Tailandia.
Lo cierto es que esta actividad ha adquirido mucha fama en los últimos años. Y no me extraña. Los elefantes son animales preciosos y realmente especiales. De hecho, según el budismo son seres celestiales, que simbolizan la fuerza, el éxito y la buena suerte, entre otras muchas cosas. Y en Tailandia tienes la oportunidad de verlos en vivo y en directo y estar cerca de ellos.
Sin embargo, es importante que tengas en cuenta ciertos aspectos a la hora de escoger un santuario. Pese a la creciente conciencia de hacer esta actividad de una manera respetuosa, no todos los centros que ofrecen la posibilidad de ver elefantes en Tailandia son santuarios o reservas éticas reales.
En este artículo, te cuento dónde puedes ver elefantes en Tailandia, qué debes tener en cuenta para escoger un santuario de elefantes, cómo se desarrolla esta actividad y cuánto cuesta.
Situación actual de los elefantes en Tailandia
Antes de entrar en materia viajera, déjame contarte un poquito más sobre la situación de los elefantes en Tailandia para que entiendas la función que están haciendo los santuarios y de dónde vienen los elefantes que vas a ver.
A pesar del aumento en la conciencia sobre el bienestar animal, los elefantes continúan siendo víctimas de la explotación humana en diversas formas. Esta explotación se agrava aún más debido a la disminución de su hábitat natural, provocada por la deforestación y la expansión urbana.
Actualmente, los elefantes asiáticos se encuentran en peligro de extinción. Según FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales), el 90% de la población de elefantes en Asia se ha perdido. Esta misma asociación estima que quedan 41.000 elefantes en Asia, de los cuales el 60% está en cautividad.
En esta misma línea, la organización World Animal Protection advierte que la situación de los elefantes en Tailandia es alarmante. Indican que hay alrededor de 3.000 elefantes viviendo en estado salvaje, mientras que alrededor de 4.000 se encuentran en cautiverio. Estos elefantes cautivos son explotados en actividades como la industria maderera ilegal, labores agrícolas, en templos religiosos y en la industria turística.
La explotación de elefantes en Tailandia
En Tailandia, los elefantes han pasado de vivir encadenados para trabajos físicos al servicio del ser humano, como transportar materiales de construcción, a vivir encadenados para ser los protagonistas de actividades turísticas, como pasear subido elefante, actividades de trekking o espectáculos de circo.
Hasta hace 30 años, los elefantes en Tailandia eran utilizados por la industria maderera. Se domesticaba a estos animales para transportar troncos en los bosques, algo que se acababa traduciendo en la sobreexplotación y el maltrato de estas criaturas.
En 1989, se prohibió el uso de los elefantes en la industria forestal. Esto llevó a muchos dueños a explotarlos en el turismo de masas para seguir sacando un provecho económico. Los elefantes hacen shows, pintan cuadros, saludan, dan paseos a turistas, etc. Para llegar a este punto, han sido domados bajo métodos de miedo, sumisión y maltrato físico.
Y te preguntarás… ¿Cómo se puede domar a un elefante salvaje? Pese a que, por las dimensiones de estos animales, pueda parecer algo imposible, hay un proceso muy cruel y brutal que los acaba sometiendo. En Tailandia, se utiliza la técnica “phajaan”, cuyo objetivo se traduce literalmente en “romperle el alma” al elefante. Para ello, se separa a las crías de su madre y se encierran en una jaula muy pequeña, atadas con cuerdas, sin agua ni comida. Durante los días que el animal está en esta situación, se le tortura, golpeándolo de forma reitarada con bullhooks (palos de madera con un gancho de metal incrustado). En este sinvivir, llega un momento en que el animal no puede más y, muerto de miedo, se rinde y acaba sometiéndose a la voluntad del ser humano.
Por aquí te dejo un vídeo súper interesante de FAADA que muestra la dura realidad de los elefantes en Tailandia 👇
Ante esta situación, la preocupación por el bienestar de los elefantes ha llevado a distintas organizaciones a establecer refugios y santuarios reales que se ocupan de la rehabilitación de los animales que han sido maltratados, promoviendo alternativas turísticas más éticas y una interacción más respetuosa con el bienestar del animal.
Cuando vayas a visitar un santuario de elefantes, ten en cuenta que los animales rescatados cargan con mochilas muy pesadas y sucesos muy traumáticos. Seguramente, puedas ver hasta secuelas físicas porque tienen cicatrices, agujeros en la piel, zonas con calvas… por ello, es importante que escojas un santuario que promueva el turismo responsable, ético y sostenible. Si apostamos por actividades que no contemplan el bienestar animal, estaremos contribuyendo a la explotación y al maltrato.
¿Dónde hay santuarios de elefantes en Tailandia?
Para escoger un buen lugar donde hacer la excursión de ver elefantes, es importante saber que un santuario real es un centro de recuperación que vela por el bienestar de animales rescatados de la explotación o el maltrato y que sus actividades no incluyen el montarlos, jugar con ellos a la pelota o caminar a su lado durante horas como si fueses Tarzán. De hecho, los auténticos santuarios deben proporcionar unas condiciones de vida semejantes a lo que sería la vida de un elefante en libertad. Y un elefante en libertad no se pondría contigo a echar unos toques con el balón, ¿no crees?
En Tailandia, hay muchísimos santuarios donde ver elefantes. Aunque, los más famosos o mejor considerados son estos 👇
- Kindred Spirit Elephant Sanctuary, Toto’s Elephant Sanctuary, Elephant Nature Park y Elephant Jungle Sanctuary en Chiang Mai (en el norte del país)
- Elephant Valley en Chiang Rai (en el norte del país)
- Boon Lotts Elephant Sanctuary en Sukothai (en Tailandia Central)
¿Cómo elegir un buen santuario de elefantes?
Es difícil elegir un buen santuario de elefantes convencido al 100% de que estás haciendo lo correcto, sin haber estado en él. Pero, antes de tomar una decisión, investiga un poco sobre las distintas opciones que tienes para llegar a la que sea más respetuosa con los animales.
Por aquí te dejo algunos consejos que puedes tener en cuenta para decidirte:
- Para elegir un buen santuario, visita la web de FAADA. Esta ONG vela por la protección animal y ha hecho una lista con los santuarios que tienen prácticas responsables. Por aquí te dejo el enlace a esta información.
- No escojas un lugar que te ofrezca la posibilidad de montar en elefante. Es un signo claro de explotación animal.
- No escojas un “santuario” que ofrezca espectáculos, donde los elefantes saludan, bailan, juegan a la pelota o acaban pintados… detrás de todo esto que puede parecer totalmente inofensivo, hay un proceso de domesticación y sumisión con maltrato.
- Cuando visites las webs de los santuarios, fíjate que el entorno es adecuado para que viva un animal, si cuentan con espacio para hacer ejercicio, qué tipo de interacciones se dan en los programas turísticos, si no aparecen jaulas ni ninguna forma de privación de su libertad…
- También en las fotos, intenta buscar alguna cadena o palos con pinchos de metal. Si están encadenados o se usan palos con pinchos, los animales no están en un santuario ético.
- Echa un vistazo a las reseñas que dejan los usuarios de Google Maps. Cada vez es más frecuente dejar constancia de que algo no nos gusta en esta plataforma. Por lo tanto, puedes basarte en la experiencia de personas que ya han estado. Si algo de lo que han escrito te chirría, sobre todo si ves un reclamo o una queja varias veces, descarta esa opción.
¿Es ético visitar un santuario de elefantes?
La pregunta del millón. Esto genera mucha controversia y para mí es un gran dilema. Prácticamente, ningún santuario de elefantes es ético al 100%. De hecho, todos tienen el fin de lucrarse con los programas turísticos que ofrecen, que incluyen actividades con una interacción demasiado directa.
Aunque esto no es tan sencillo. Si los programas de los santuarios no incluyeran actividades como darles de comer, hacerse fotos o bañarse con ellos, ¿crees que los turistas pagarían casi 70€ por pasar el día en un centro de recuperación y que los santuarios podrían seguir con el cuidado y manutención de los animales? 🤔 No tengo la respuesta clara, pero déjame que lo ponga en duda…
Aun así, la verdad es que la mayoría de santuarios de elefantes reales (algunos se venden como santuarios y no lo son, ¡cuidado con esto!) protegen y acogen animales que han sido maltratados y que no pueden ser reinsertados en su hábitat natural. Por tanto, pese a que haya que seguir reconduciendo los programas turísticos para que realmente se adapten a las necesidades de los animales y sean éticos, tienen una función muy importante en el bienestar animal.
National Geographic ha publicado un artículo muy interesante sobre los santuarios de elefantes falsos y cómo identificarlos. En él, te dan una serie de consejos para que no acabes lamentándote por haber visitado un centro de elefantes que promueve la explotación de estos animales. Por aquí te dejo el enlace.
¿Cuánto cuestan los santuarios de elefantes en Tailandia y qué actividades incluyen?
La entrada a los santuarios de elefantes y el Day Program (un día entero) cuesta 2500 THB (unos 70€) normalmente. En mi caso, pagué ese precio y estuve de 9:00h a 16:00h. La excursión incluía el transporte al centro de rescate, lunch o comida y snack por la tarde, agua y todas las actividades con los elefantes (introducción a la situación de los elefantes rescados, tour por el santuario, darles de comer y bañarte con ellos) y llevarnos al hotel de vuelta.
Quizás te puede parecer algo caro, pero realmente mantener un santuario de elefantes no es lo más económico del mundo. Mantención de la infraestructura, veterinarios, manutención de los elefantes… son gastos altísimos que las organizaciones tienen que afrontar para seguir con su actividad. Aunque esto no quita que se lucren con los programas turísticos.
¿Qué llevar a un santuario de elefantes?
Para visitar un santuario de elefantes, lo mejor es llevar poquita cosa. Piensa que vas a tener que cargar con todo lo que lleves durante un buen rato. Así que no te líes demasiado haciendo una mochila enorme. Más allá de las necesidades personales de cada uno, por aquí te dejo los imprescindibles y con lo que tendrías suficiente para pasar el día 👇
- Ropa cómoda y ligera y que no te importe ensuciar. Piensa que allí sí o sí te vas a manchar de tierra, barro, polvo…
- Calzado cómodo. Vas a estar paseando y pululando por el santuario todo el día, así que lo mejor es que lleves unas zapatillas deportivas.
- Crema solar y gorra. Vas a pasar muchas horas bajo el sol y lo mejor es que te protejas.
- Si el santuario que has escogido incluye el baño con elefantes, deberás llevar bañador, chanclas, toalla y ropa de recambio para después del baño.
- Dinero en efectivo. En mi caso, el santuario solo aceptaba el pago en efectivo. Infórmate antes de ir si puedes pagar con tarjeta.
El baño con elefantes es una actividad que genera mucha controversia. Esta rutina es fundamental para el buen desarrollo de los animales, tanto en el campo de la salud y la higiene como en la socialización. Sin embargo, deben hacerlo solo cuando ellos lo necesitan. Durante un baño natural, bucean, beben agua, se salpican, hacen pipí y popó en el agua (sí, eso también lo hacen)… bañarse con un montón de turistas ruidosos, que están súper estimulados y entusiasmados y que les tiran cubos de agua, les puede generar muchísimo estrés. Algunos santuarios los obligan a bañarse con visitantes hasta tres o cuatro veces al día y eso no es ético… Además, la orina y los excrementos de los elefantes tienen bacterias y parásitos que pueden ser muy perjudiciales para tu salud.
Mi experiencia visitando un santuario de elefantes
Durante mi viaje, incluí la excursión de ver elefantes en Tailandia . Yo fui con una amiga y, por falta de tiempo, no incluimos Chiang Mai en nuestra ruta. Así que, para hacer esta actividad, escogimos un centro de rescate en Kanchanaburi, una ciudad que queda a tres horas de Bangkok. Habíamos leído opiniones muy positivas y nos pareció una decisión acertada visitarlo.
La excursión para ver elefantes incluía la recogida en el hotel en Kanchanaburi. Un 4×4 pasa a buscar por la mañana (sobre las 8:00h) a las personas que han contratado la excursión y las lleva hasta el santuario. No te recomiendo que vayas por tu propio pie. Yo fui en moto porque no sabía que me venían a buscar al hotel. Es lo que pasa por no leer bien toda la información disponible en la página web. Fue tremendo. Son unos caminos de tierra y de piedras no muy aptos para las ruedas de un ciclomotor y el sitio está bastante lejos de Kanchanaburi y muy perdido (obviamente, tiene que estarlo por las infraestructuras que requiere).
Si vas a parar en Kanchanaburi en tu viaje por Tailandia, no puedes dejar de hacer su famosa ruta de cascadas. En el post Visitar el Parque Nacional de Erawan, te lo cuento todo sobre esta excursión.
Una vez en el santuario, los cuidadores nos hicieron una introducción explicativa sobre la situación actual de los elefantes. Entre otras cosas, nos explicaron que los elefantes del santuario provenían de circos u otro tipo de negocios de explotación animal. También nos contaron que es muy difícil reinsertarlos en su hábitat natural después de que hayan nacido, hayan sido criados en otros entornos o hayan sido sometidos a la voluntad del ser humano.
Después, nos enseñaron las instalaciones y empezamos las actividades con los elefantes, entre ellas darles de comer y bañarnos con ellos. La verdad es que mi experiencia cuenta con sentimientos un poco contradictorios y en estas actividades reside uno de ellos. En la excursión que yo hice, nadie obligaba a los animales a comer si ellos no querían y no se ejercía ninguna violencia sobre ellos para que se metieran a bañarse en el estanque, pero… ¿hasta qué punto establecer estas rutinas diarias con turistas es ético y sigue la línea del respeto animal? Es decir, ¿es un santuario de elefantes o una gran atracción turística?
No te voy a engañar. Fue realmente emocionante poder ver elefantes en Tailandia tan de cerca y escenas tan bonitas y dulces como la de la foto que te dejo por aquí abajo.
El lugar era precioso, muy grande y muy natural. Contaba con lagos, ríos y un entorno lleno de vegetación. Es decir, sentí que era un sitio donde los animales podían sentirse bien en un entorno controlado. Por otro lado, la mayoría de los cuidadores transmitían mucho amor y cariño hacia los elefantes.
En mi caso, no vi ningún signo de violencia, pero sí algún aspecto o comportamiento que no me pareció apropiado. Creo que es importante que respaldemos las prácticas éticas de los centros de cuidado de elefantes y que hablemos sobre aquellas que nos resulten perjudiciales para estos animales. Por ello, me gustaría compartir contigo algunas cosas que vi y que no me gustaron.
- Algunos de los cuidadores montaban encima de los elefantes cuando estaban en el agua. Un elefante, por naturaleza, no cargaría nunca con una persona.
- El hecho de que hubiera tanta interacción con los animales y que estuviera todo tan programado y dirigido (darles de comer a una hora determinada, bañarlos…) me pareció muy frívolo. Al final, los animales actúan por instinto. ¿Crees que a un elefante le apetece bañarse contigo o comer cuando su cuidador lo decide? Pues comerá y se bañará cuando lo necesite y nadie más que él sabe cuando llega ese momento.
- Algunos elefantes (no todos) llevaban cadenas alrededor del cuello. Esto me sorprendió y decepcionó porque la estrategia de marketing que siguen estos centros es la de vender la «libertad», el bienestar y la lucha contra el maltrato animal. Por tanto, no esperaba encontrarlo allí.
- Había crías de elefante. Son adorables y quizás no ves nada malo en ello, pero a ningún centro de rescate le interesa que los elefantes se reproduzcan porque esas crías no pueden ser reinsertadas en la naturaleza, lo que las obliga a una vida en cautividad. Además, acaban ocupando el lugar de otros elefantes que pueden ser rescatados de circos u otras formas de explotación.
Te dejo alguna foto de las cadenas de las que te hablo. Quizás se camufla con el color del propio animal, pero si haces zoom la podrás ver alrededor de su cuello.
¿Volvería a visitar un santuario de elefantes?
Siendo honesta, cuando planifiqué mi viaje a Tailandia, una de las actividades que me parecieron imprescindibles y que me emocionaba muchísimo hacer era ir a un santuario de elefantes y poder ver a estas criaturas tan maravillosas en un entorno saludable y “en libertad”. Sin embargo, tengo que decirte que mientras iban pasando las horas me iba pareciendo una experiencia con luces y sombras por lo que te he comentado en el apartado anterior.
A medida que ha ido pasando el tiempo, me he vuelto mucho más crítica con todas estas actividades y lo que en un momento pudo parecerme algo inofensivo, hoy me despierta un dilema interno importante. Supongo que esto se debe a la gran labor de las organizaciones que luchan por los derechos de los animales, que realmente está impactando en nuestra manera de ver y relacionarnos con el mundo animal.
De hecho, si me preguntasen hoy si volvería a visitar un santuario de elefantes, seguramente mi respuesta sería un “no”. Yo no soy una experta en bienestar animal, pero salí con un sabor bastante agridulce del santuario que escogí, pese a ser uno de los más recomendados y no ver ningún tipo de violencia. Ahora que estoy más sensibilizada con el tema, creo que la mejor manera de aportar a esta causa es hacer donaciones u optar por actividades que no vayan más allá del avistamiento.
Esto es todo lo que puedo contarte sobre cómo ver elefantes en Tailandia de una manera ética y evitar experiencias que luego te hagan sentir mal de algún modo. Espero que mi artículo te haya ayudado y te decantes por el turismo responsable y respetuoso. Si tienes cualquier duda o quieres aportar algo, puedes dejarme un comentario por aquí abajo.
¡Muchas gracias por leerme!
2 comentarios
Paqui · marzo 21, 2024 a las 4:06 pm
Sinceramente, pienso que eres una chica 10, valiente, aventura, independiente y muy capaz de todo… He leído tu blog, y me ha parecido de cinco estrellas. Viajar, es lo más bonito que hay, siempre que disfrutes de ello. Te enriquece mucho culturalmente, te hace crecer, madurar, enfrentar miedos, etc… Un cúmulo de sensaciones que no se pueden explicar, si no es viviéndolo en primera persona. Gracias por todos tus consejos, explicaciones y ponerlo todo más fácil a la hora de viajar. Enhorabuena por tu blog!!
Iria · marzo 25, 2024 a las 6:10 pm
¡Hola guapa! Muchísimas gracias por tu comentario. ¡Me llena el alma y me alegra mucho que te guste! Un abrazo enorme.